
Tesla enfrenta la ira de los sindicatos laborales en Suecia: '¡Qué vergüenza, Tesla!
Los sindicatos suecos intensifican la huelga contra Tesla y amenazan las entregas de vehículos
Aproximadamente el 90% de la plantilla sueca trabaja bajo convenios colectivos. Jesper Pettersson, portavoz de IF Metall, destacó el deseo de que los empleados de Tesla en Suecia disfruten de los mismos beneficios que otros participantes del mercado laboral y no ve ningún motivo para que Tesla se aparte de este estándar.
Por el contrario, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, ha rechazado sistemáticamente los intentos de sindicalización de los 127.000 empleados de la empresa en todo el mundo. El ex primer ministro sueco y ex líder de IF Metall, Stefan Löfven, expresó su desaprobación de la postura de Tesla, boicoteando los coches de Elon Musk e instando a otros a posponer sus compras de Tesla hasta que se llegue a un acuerdo.
La huelga afectó inicialmente a 130 mecánicos y se amplió hasta incluir a 470 trabajadores más en 17 instalaciones. Si bien estas instalaciones prestan servicio a varias marcas de automóviles, el paro laboral afecta específicamente a las reparaciones de Tesla. Los empleados en huelga continúan con sus turnos habituales, trabajando en otros modelos de automóviles mientras que los Tesla que esperan reparaciones permanecen intactos.
Las negociaciones entre el sindicato y Tesla fracasaron el 24 de octubre. Los representantes de Tesla se negaron a firmar los acuerdos sectoriales, subrayando que la empresa no tenía convenios colectivos en todo el mundo. Argumentaron que esta decisión debía tomarse al más alto nivel de la empresa, según Veli-Pekka Säikkälä, responsable de las negociaciones de los convenios colectivos en IF Metall.
El sindicato ha mantenido conversaciones recientes con Tesla y ha programado otra reunión para el lunes.
El conflicto laboral abarca la calidad y las condiciones de trabajo, pero también sirve como defensa del modelo de mercado laboral sueco en general. En Suecia, los sindicatos y los empleadores suelen negociar las condiciones de trabajo en el marco de la negociación colectiva, como explicó la presidenta de IF Metall, Marie Nilsson, a Le Monde.
La última vez que el sindicato metalúrgico indemnizó a sus miembros en huelga fue en 2010. Si bien desde entonces ha habido amenazas de huelga, no se han llevado a cabo, ya que se alcanzaron acuerdos antes de que se iniciaran las huelgas. IF Metall ha estado abogando por que Tesla firme un convenio colectivo con los trabajadores de sus talleres de reparación desde 2018 y está comprometida con una huelga prolongada si es necesario.
Claes Mikael Ståhl, secretario general adjunto de la Confederación Europea de Sindicatos, una organización que representa a los trabajadores de toda la UE, comentó: "El vehículo eléctrico es un símbolo de toda la transición verde, y es una gran ironía que Tesla se niegue a involucrarse en la dimensión social de la gran transición que estamos atravesando".
Como miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), Suecia aspira a contribuir a una revolución industrial verde, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y buscando la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, para alcanzar estos objetivos es necesario contar con una fuerza laboral con las habilidades y capacidades necesarias para impulsar la industria y los servicios públicos asociados.
¿Podrían los sindicatos suecos servir de ejemplo a la UAW en Estados Unidos?
Los trabajadores de Tesla en Estados Unidos han enfrentado múltiples intentos infructuosos de sindicalizarse. En abril, la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos determinó que la empresa había violado las leyes laborales locales al ordenar a los empleados que no discutieran temas como el salario o las condiciones de trabajo y que se abstuvieran de presentar quejas a sus gerentes.
No obstante, los sindicatos estadounidenses tienen una larga historia de tenacidad a la hora de tratar con los fabricantes de automóviles. Las recientes victorias contra Stellantis, Ford y GM ponen de relieve su determinación, y Tesla parece ser un objetivo probable.
Tras una importante victoria contractual, Fain, líder de la UAW, expresó un objetivo clave de intensificar los esfuerzos de organización sindical, afirmando: "Uno de nuestros principales objetivos tras esta histórica victoria contractual es organizarnos como nunca antes lo hemos hecho. Cuando volvamos a la mesa de negociaciones en 2028, no será sólo con las Tres Grandes, sino con las Cinco o las Seis Grandes".
Fain se ha referido a los trabajadores de Tesla, Toyota y Honda como "los miembros de la UAW del futuro".
En Fremont, California, la planta de Tesla, que emplea a 20.000 trabajadores, cuenta actualmente con un comité organizador de la UAW cuyos miembros estarían conversando con sus colegas sobre los beneficios de la negociación colectiva.
Fain afirmó durante una presentación en vivo en Facebook que "los precios de los automóviles han aumentado mucho, pero no se debe a los salarios de los trabajadores, al bajo inventario ni a nada más que a la codicia corporativa. En los últimos cuatro años, el precio promedio de un automóvil nuevo aumentó un 30 % o más. Las ganancias de esos precios más altos no se trasladaron a los trabajadores que fabricaron esos vehículos, sino que fueron directamente a los bolsillos de los accionistas y los ejecutivos corporativos".
En sus primeros años, Tesla logró rentabilidad gracias a la venta de vehículos eléctricos de precio elevado y estableció una cadena de suministro que ahora permite la producción de automóviles de alta tecnología más asequibles y respetuosos con el medio ambiente para la clase media. Tesla ha atraído a una base de clientes apasionados por la eficiencia del transporte, la innovación de alta tecnología y la sostenibilidad. Sin embargo, los sindicatos sostienen que la empresa de automóviles totalmente eléctricos no ha cumplido con una responsabilidad social fundamental: garantizar que los trabajadores disfruten de una calidad de vida satisfactoria.
La pregunta sigue siendo: tal como los Tres de Detroit y otros fabricantes de automóviles adoptaron el Estándar de Carga de Norteamérica (NACS) de Tesla, ¿llegará Tesla finalmente a un acuerdo con los sindicatos y atenderá sus demandas? Solo el tiempo dará la respuesta.
---------Este artículo es en parte extraído de CleanTechnica.