Elon Musk se encuentra con más desafíos a medida que una huelga en Tesla expande su alcance en toda Escandinavia.
El choque entre Tesla y sus mecánicos de taller de reparación, que inicialmente surgió en Suecia el 27 de octubre, se ha intensificado en toda Escandinavia, involucrando a Dinamarca, Finlandia y Noruega. Elon Musk, como accionista mayoritario y CEO del gigante de los vehículos eléctricos, enfrenta una creciente resistencia en las naciones socialmente democráticas de Escandinavia, ya que Tesla se resiste a firmar un acuerdo colectivo que define los salarios de los empleados.
Esta disputa, que comenzó con 130 mecánicos en diez talleres de reparación de Tesla en Suecia, se ha convertido en un movimiento de huelga internacional. El desafío de Tesla contra los salarios mínimos específicos del sector establecidos por convenios colectivos en Suecia, donde la membresía sindical cubre al 70% de la población, ha encendido una respuesta de 15 sindicatos suecos y ha recibido el apoyo de entidades poderosas como IF Metall.
El impacto ha afectado a varios sectores: los transportistas rechazan las entregas de vehículos, los electricistas evitan las reparaciones de las estaciones de carga, los limpiadores detienen el mantenimiento de la sala de exposición y los recolectores de basura descuidan los desechos de los centros de Tesla. Las cadenas minoristas han detenido las ventas de Tesla, e incluso los taxis de Estocolmo han suspendido las compras de vehículos Tesla.
La huelga de solidaridad en Suecia ha llevado a las naciones nórdicas a unirse. El principal sindicato de Dinamarca, 3F, declaró su apoyo a los trabajadores suecos, y el prominente sindicato del sector privado de Noruega amenazó con bloquear el tránsito de automóviles de Tesla a Suecia si no se llega a un acuerdo antes del 20 de diciembre. Siguiendo el ejemplo, el sindicato de trabajadores del transporte de Finlandia, AKT, expresó su solidaridad, haciendo hincapié en la importancia de los convenios colectivos y el apoyo sindical en el modelo del mercado laboral nórdico.
Si bien las huelgas de solidaridad internacionales son raras, este movimiento se hace eco de eventos históricos, como la movilización de 1995 contra Toys “R” Us. La compañía de juguetes estadounidense se enfrentó a una resistencia similar, cediendo finalmente a la presión sindical después de extensas huelgas en Suecia y Europa.
Elon Musk expresó su indignación por la revuelta, etiquetando la acción industrial como "loca" en un tweet el 23 de noviembre de 2023. En respuesta, Tesla intentó acciones legales para obligar al operador postal sueco a entregar matrículas y solicitó una compensación por una pérdida superior a € 87.000. Sin embargo, su solicitud de enjuiciamiento fue denegada por un tribunal sueco el 7 de diciembre.
Para navegar la situación, Tesla está buscando activamente un especialista en asuntos gubernamentales en Suecia para ayudar a resolver el problema. Una reciente publicación de trabajo en el sitio web de carreras de Tesla indica su búsqueda de una persona con un historial comprobado en la realización de cambios regulatorios en los países nórdicos.
Para complicar aún más las cosas, Musk, un grupo de influyentes fondos de pensiones en la región nórdica, incluidos KLP de Noruega, Folksam de Suecia y PFA de Dinamarca, expresó su profunda preocupación en una carta a Tesla, defendiendo la tradición de la negociación colectiva en Suecia. Instaron a Tesla a reconsiderar su enfoque hacia los sindicatos y solicitaron una reunión con la junta de Tesla a principios de 2024.
Algunos fondos tomaron medidas más drásticas individualmente. PensionDanmark en Dinamarca vendió sus 476 millones de coronas danesas (€ 64 millones) en tenencias de Tesla el 7 de diciembre, mientras que el Norges Bank Investment Bank (NBIM), el operador del fondo soberano noruego y un importante accionista de Tesla, enfatizó su compromiso de presionar a la compañía para que respete los derechos laborales.
Esta disputa laboral plantea riesgos significativos para Tesla, especialmente en Escandinavia, donde la compañía goza de una fuerte base de consumidores. Según Yohann Aucante, dañar su imagen en esta región es algo que Tesla querría evitar, especialmente en medio de la tendencia hacia economías más verdes. Se especula que el impacto de la huelga podría extenderse a la Gigafactory de Tesla en Berlín-Brandenburgo, potencialmente influenciada por las exitosas negociaciones sindicales en las operaciones alemanas.
Además, a pesar de que los empleados de Tesla en los Estados Unidos aún no se han sindicalizado, las recientes negociaciones exitosas de United Auto Workers (UAW) con otros fabricantes de automóviles importantes podrían generar preocupaciones para Tesla con respecto a posibles movimientos sindicales dentro de su fuerza laboral estadounidense.